miércoles, 25 de noviembre de 2009

Dos hermanos que la pelean


Denis y Daiana Turnes, además de ser hermanos, son integrantes de la Selección Argentina de Taekwondo. Viven como cualquier persona normal, entrenan como deportistas profesionales, pero no tienen el apoyo económico necesario por parte del Estado para representar al país en competencias internacionales.
La vida de los hermanos Turnes es simple, sencilla. La menor de la familia cursa cuarto año y es más común verla llevando un bolso con ropa para entrenar que con la mochila del colegio. El mayor se recibió hace pocos meses de abogado. Ambos tienen una meta: el Mundial que se desarrollará en Mar del Plata del 26 al 29 de noviembre. Para ello vienen entrenando intensivamente desde julio –seis veces por semana-, aunque desde el año pasado comenzaron los torneos selectivos que definieron al equipo nacional.
La Selección Argentina viene de ser campeona de la Copa del Mundo que se disputó en Italia el año pasado y del Mundial de Canadá en el 2007. Denis participó en ambos torneos y tuvo que definir la última pelea ante Polonia, en Riccione: de un lado se encontraba él, un morocho argentino, con hambre de gloria y del otro, un rubio polaco que sabía que ganando la pelea tendría automáticamente ocho mil euros depositados en su cuenta del banco. Aunque parezca mentira los seleccionadores se ven obligados a preguntar antes de empezar el proceso si todos tienen la plata para viajar. De no ser así, por más que sea el mejor taekwondista del mundo, no podrá participar.
Aunque gastan más de mil pesos por mes en dietas, medicamentos, gimnasio y viáticos, no se bajonean al ver que están a la altura de otros deportistas argentinos que triunfan a nivel mundial y no son tenidos en cuenta. La cruda verdad se nota en las competencias internacionales, cuando tienen que salir a representar al país por sus propios medios, y no tiene todos los lujos que si lo tienen países de primer nivel como los de Europa Oriental. Muchos pensarán ¿Para que exponer el físico y gastar plata si el esfuerzo no es reconocido?
El campeón del mundo comenzó a practicar a los seis años por problemas de asma. Ganó su primer torneo en el exterior, con 16 años, en un Mundial Abierto de Taekwondo que se disputó en Polonia en el 2001. Se sumó a la selección juvenil en el 2004 y participó ese mismo año del Mundial disputado en el mismo país en donde consiguió su primer éxito. Ingresó como suplente pero faltando poco para la competencia, un compañero anunció que no podría viajar por problemas económicos y tomó su lugar. Al parecer el frío polaco le sienta bien, porque obtuvo nuevamente la medalla de oro en lo que fue su primera incursión internacional dentro del equipo nacional.
Daiana se metió en el mundo del taekwondo a los cinco años al ver todo lo que iba aprendiendo su hermano. El primer título lo consiguió nada menos que a los tres años de práctica. En el 2005 participó de un Sudamericano en Brasil, con apenas doce años, y representó al país por primera vez en el Mundial de Canadá en el 2007. Es conciente de que es candidata el título porque a pesar de ser juvenil entrena día a día con las adultas
Precisamente la lucha más importante que comenzó el mayor de la familia fue fuera de un gimnasio y sin un dobok –la vestimenta de taekwondo-. En el primer año de su carrera universitaria, investigó los derechos que tenían los deportistas amateurs y decidió empezar a hacer uso de la constitución. En el 2004 fue a reclamar a Defensoría del Pueblo de la Ciudad para que se reglamentara la ley 311, pero no obtuvo resultados inmediatos. Dos años después consiguió el apoyo de un diputado para poder viajar, aunque su verdadera meta era la reglamentación de dicha ley para que todos los deportistas amateurs gocen de los mismos derechos que él. Tras tres años de perseverancia –uno de los cinco principios del taekwondo- en los que presentó miles de papeles y visitó a varios funcionarios, cumplió su objetivo y logró que reglamentaran la ley que le permitió a él y a otros integrantes de la selección viajar al Panamericano disputado en Brasil y a la Copa del Mundo de Italia un año después.
Como dentro del Comité Olímpico Argentino se reconoce a la organización Mundial del Taekwondo –WTF- al pertenecer a la ITF (International Taekwondo Federation) no reciben ayuda de dicha entidad. Aunque Denis se muestra esperanzado con estos subsidios que por lo menos cubren el viaje y la estadía de los deportistas, es conciente de que se necesita una política de Estado, para que quienes representan al país sólo se tengan que preocupar por entrenarse sin tener que estar haciendo cuentas para pagarse una estadía en un hotel.

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